Cataluña es un destino gastronómico de gran prestigio, con una tradición culinaria de más de veinte siglos. Sin perder de vista sus raíces, el país ha llevado la alta gastronomía a su máxima expresión, especialmente a partir de la revolución culinaria que sorprendió al mundo y marcó tendencias a principios del siglo xxi. El legado de Ferran y Albert Adrià, los hermanos Roca, Carme Ruscalleda y Santi Santamaria está muy vivo y una nueva generación de cocineros, como Oriol Castro, Eduard Xatruch, Mateu Casañas o los hermanos Torres, continúa rompiendo barreras en la cocina creativa y de vanguardia. Esto se refleja en el protagonismo de nuestros cocineros en las guías gastronómicas más importantes, encabezando las listas de los mejores restaurantes del mundo y con más de cincuenta establecimientos galardonados con estrellas Michelin, cinco de ellos con tres. No solo eso, el precio medio de estos restaurantes está muy por debajo de lo que se acostumbra a ver en otros países. Propuestas conceptuales, cocina popular renovada, el producto puro de las tradicionales tiendas de ultramarinos, minimalismo, territorio, fidelidad a los sabores y a los puntos de cocción: todo cabe en las cazuelas de los genios de los fogones.