En Cataluña, comer y beber son actos que han trascendido su función más básica y forman parte indisoluble de su cultura. Esto se refleja en un calendario cargado de eventos gastronómicos durante todo el año, ferias, fiestas y jornadas que añaden el componente lúdico al mundo de la cocina y el vino: la gastronomía como gran motivo para celebrar la vida. Además, los mercados semanales que encontramos por todo el país son excelentes lugares donde tomarle el pulso a pueblos y ciudades, muchos de ellos con paradas de payeses a quienes comprar productos de manera directa. Las jornadas dedicadas al producto, las fiestas y las ferias incorporan la música, el arte, el teatro o la literatura a la oferta gastronómica. El vino cuenta con sus propias citas, desde las fiestas del vino joven hasta consolidadas ferias en las que descubrir las singularidades de cada región vinícola y comprobar el excelente momento del sector vitivinícola catalán.