En Senterada recorremos el bosque de la mano de un guía botánico. Entre leyendas y tradiciones, nos va enseñando a reconocer hierbas, setas y a elaborar diferentes recetas, como las conservas. El valle de Àssua es el lugar ideal para conocer el trabajo de los pastores, acompañando a uno de ellos con el rebaño o visitando un ecomuseo que muestra las singularidades de este oficio. El final de etapa es el valle de Boí: en las montañas del románico Patrimonio de la Humanidad pasta la ternera ecológica de los Pirineos, carne muy apreciada en las cocinas más selectas.