Nos despertamos en un hotel especializado en enoturismo, con un desayuno que incluye productos como las clementinas I. G. P. Terres de l’Ebre y aceite de los olivos milenarios del Territorio Sénia, algunos plantados en época romana. Junto al mercado de Tortosa embarcamos en uno de los tres llaüts que navegan por el Ebro, donde probamos los pastissets, un dulce de origen árabe con diferentes rellenos. Las comarcas ebrenses cuentan con dos D. O. P. de AOVE, Baix Ebre – Montsià y Terra Alta, así que decidimos seguir con las experiencias de oleoturismo. Horta de Sant Joan está muy vinculada a Picasso; al pintor le gustaba mojar rebanadas de pan directamente de la prensa de aceite. Allí visitamos un antiguo molino y aprendemos a preparar una clotxa, antigua comida de subsistencia elaborada con un pan redondo, ajos, tomates asados, sardina de casco y AOVE. Otra de las actividades que realizan es un showcooking entre olivos.