Cruzamos las montañas de Prades, tierra de setas y de las excelentes patatas de Prades, para llegar a Valls y probar uno de los productos más conocidos de la gastronomía catalana: el calçot de Valls. El último domingo de enero, la localidad celebra la popular Fiesta de la Calçotada. Seguimos hasta la muralla de Montblanc para conocerla desde dentro, en una visita por las siete plantas de una de las torres rematada con una cata de vinos con vistas a los paisajes de la Ruta del Trepat, variedad de uva autóctona de la D. O. Conca de Barberà. El Museu Terra en L’Espluga de Francolí nos habla de la vida rural y del trabajo en el campo, de nuestros abuelos, una visita de la que salimos emocionados. El día finaliza en las cercanías del monasterio de Poblet con un menú maridaje con trufa de La Conca.