El Castillo de Cardona corona el promontorio bajo el que se asienta esta población que vivió su esplendor en la Edad Media gracias al comercio de la sal. Aunque el preciado mineral ya se extraía en el Neolítico, fue la Carta de Población de Cardona, en la que se recoge el derecho perpetuo a explotar la sal, la que acabó de dar el impulso definitivo para que la prosperidad fluyera por sus calles. Las minas volvieron a tener una gran importancia a principios del siglo XX, estando en funcionamiento hasta 1990. Tras su cierre se puso en marcha la creación de un parque cultural que protegiera la antigua explotación minera. Actualmente, es posible conocer el Castillo de Cardona y el Parque Cultural de la Montaña de Sal mediante dos visitas guiadas y dos teatralizadas: La verdadera historia de la Torre de la Minyona y Proyecto Alquimia: el secreto del Liber Salis. En la primera conoceremos los espacios más importantes del viejo castillo condal, como la colegiata de San Vicente y las leyendas surgidas entre sus muros. En la visita a la mina acompañamos a dos científicos exploradores que siguen los pasos de un alquimista del siglo XV. Resulta muy emocionante meterse en la piel de los mineros entrando en el interior de las galerías, a 86 metros de profundidad. Como curiosidad, decir que en Cardona se rodaron algunas de las escenas principales de la película de Orson Welles Campanadas a medianoche.