En el año 1983, los arqueólogos Joan Santacana y Joan Sanmartí iniciaron las excavaciones de la Ciudadela Ibérica de Calafell, un asentamiento fundado a principios del siglo VI a. C. Se cree que fue el poblado fortificado de un caudillo de la tribu de los cosetanos, los íberos que vivieron en el Camp de Tarragona. Entre 1992 y 1994, el poblado fue reconstruido con técnicas de arqueología experimental y museografía didáctica, siguiendo el ejemplo del yacimiento de Ekertop, en la isla sueca de Öland. Durante la visita podemos subir a las torres y murallas o entrar en las casas, silos y talleres para ver reproducciones de objetos cotidianos y comprobar cómo era un día en la vida de una comunidad íbera. La ciudadela forma parte de la Ruta de los Íberos, un proyecto de turismo cultural impulsado y coordinado por el Museo de Arqueología de Cataluña.