La importancia histórica de la Segarra se ve reflejada en los restos arqueológicos y monumentales que se conservan en muchos lugares de la comarca. A través de estos vestigios se puede hacer un viaje por la historia del territorio, desde la prehistoria hasta el modernismo del siglo XX, pasando por la época romana y por los estilos románico, gótico y barroco. Cervera, Guissona y Sant Guim de Freixenet son algunos de los municipios segarrenses donde descubrir sus elementos más significativos.

Pero es el abundante número de castillos, torres, casas fuertes y villas amuralladas que hay en la Segarra lo que hace que, en muchas ocasiones, se conozca la comarca como “Tierra de Castillos”. De hecho, es aquí donde se encuentra la famosa Ruta de los Castillos del Sió, que discurre siguiendo la orilla del río que le da nombre; un recorrido suave repleto de historia, que se adentra en los paisajes de secano propios de la Segarra, y apto para todo tipo de excursiones familiares, tanto en coche como a pie o en BTT.

Según la época del año, una gama de colores diversos tiñe la comarca, desde sus llanuras cerealistas hasta la media montaña, donde abundan cultivos típicamente mediterráneos de olivo y almendro, que hacen que el paisaje de la Segarra sea único en el territorio. Cuando empieza la primavera resulta difícil olvidar la imagen del espectacular contraste de la flor del almendro con los campos verdes de cereales y todo ello favorece el poder gozar de la naturaleza y de su tranquilidad.