A principios del siglo XIX, las grandes industrias textiles modelaron el paisaje cultural y humano a lo largo del río Llobregat. Se organizaron en colonias textiles, comunidades industriales que se componían de una fábrica y de un espacio donde vivían las familias trabajadoras con sus correspondientes escuela, iglesia y zonas de uso común. La primera colonia textil del Berguedà fue la de Cal Rosal, fundada en 1858, y después de esta llegaron otras, como la Colonia Vidal de Puig-reig, hoy convertida en museo.
Otros destinos para hacer turismo industrial en la comarca son el Tren del Ciment, que recorre el trazado entre La Pobla de Lillet —que cuenta con los Jardines Artigas, diseñados por Gaudí— y la antigua fábrica de cemento Asland, en Castellar de N’Hug, situada en un espectacular complejo modernista que hoy acoge el Museo del Ciment.