En la visita a una granja de Lleida disfrutamos de la mejor manera posible de la fértil huerta del Pla, cogiendo directamente del árbol las jugosas peras de Lleida. De esta huerta también salen las hortalizas y las verduras con las que elaboran las cocas de recapte de Balaguer. A la hora de comer nos atrevemos con uno de los platos típicos de Lleida, los caracoles a la llauna. El punto dulce lo pone la visita al Museu del Torró i de la Xocolata de Agramunt, una de las paradas en la Ruta Gastronómica de L’Urgell. Cerramos el día en un antiguo monasterio, cenando bajo el cielo estrellado de El Montsec.