La ruta gastronómica por Figueres va enlazando espacios sentimentales de Dalí: paseando bajo la Torre Galatea o en la bodega de Ca la Teta vamos probando esos vinos oreados por la tramontana acompañados de platos como el mar y montaña. En Peralada tenemos cita para visitar una vanguardista bodega, obra del estudio RCR, los arquitectos de Olot ganadores del Pritzker. El museo del castillo de Peralada alberga una colección de objetos relacionados con el mundo del vino. Para la siguiente visita, en Garriguella, necesitamos ponernos el traje de apicultor para conocer el proceso de producción de la miel de L’Albera.