Regresamos a Ribes de Freser en el tren cremallera y retomamos la ruta hasta Camprodon, donde pasamos por su puente medieval y compramos varias cajas de las afamadas galletas artesanas. Entre Camprodon y Olot la carretera pasa por preciosos pueblos, si se dispone de tiempo cada uno de ellos merece una parada: Beget, Pueblo con Encanto, Sant Joan de les Fonts, con su puente medieval, y Castellfollit de la Roca, colgado de una pared basáltica que emerge del paisaje como si de la proa de un barco se tratara. Después de un completo día, nos dirigimos a una de las numerosas masías típicas catalanas, convertidas en alojamiento, que podemos encontrar en los alrededores de Olot.