La carretera entre Rupit y Manlleu cruza el Collsacabra, nos desviamos apenas diez kilómetros para llegar hasta Tavertet y hacer una sencilla excursión que nos permite tener espectaculares vistas de los riscos que toman el nombre del pueblo y del pantano de Sau, un embalse del río Ter, al pie de la sierra de las Guilleries, rodeado de bosques de pinos exóticos y abetos. Ya en Manlleu, ciudad marcada por el río Ter tanto a nivel de orografía como de pasado industrial, asistimos a una interesante visita teatralizada. Assumpta, uno de los “Espíritus del Ter”, nos cuenta la importancia que tuvieron las colonias industriales que se establecieron a lo largo del río para el desarrollo de Catalunya, principalmente relacionadas con los trabajos de transformación del algodón en hilo para servir a las industrias textiles.