Dedicamos las siguientes horas a hacer una visita pausada a uno de los mejores espacios expositivos de Barcelona, la Fundación Miró. Fue creada con el fondo procedente de la colección privada del pintor y se complementa con obras de artistas contemporáneos. Otra opción interesante es el Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC), que hace un recorrido por más de mil años de historia del arte gracias a una de las mejores colecciones mundiales de arte románico. Decidimos despedirnos de Barcelona como iniciamos el viaje, desde las alturas. Viajando en la cabina del teleférico de Montjuïc tenemos privilegiadas vistas de la ciudad. Nos bajamos en la parada Mirador para pasear por frondosas zonas verdes desde las que disfrutamos de la puesta de sol y vemos cómo se van iluminando los principales edificios de esta ciudad abierta al Mediterráneo.