El desayuno en el hotel incluye yogur y quéfir de leche ecológica, procedentes de una granja que trabaja la agricultura regenerativa. El interés por saber más de esta práctica tan vinculada con la salud de la tierra nos anima a apuntarnos a una actividad de permacultura, una auténtica filosofía ligada a la sostenibilidad que busca la armonía con la naturaleza. Tras comprar galletas de Camprodon y embutidos típicos de La Cerdanya, bull, bisbe y pa de fetge, hacemos una última parada antes de poner rumbo a La Garrotxa. El Museu Etnogràfic de Ripoll tiene como responsabilidad preservar la memoria de tradiciones y oficios, y muestra que es necesario conocer el pasado para entender lo que somos.