Desde Valls la ruta se adentra en las comarcas de Lleida y llegamos hasta la capital. Empezamos el día en lo alto de la Seu Vella, la asombrosa catedral medieval de Lleida que se erige sobre un promontorio rocoso que domina la Plana, con vistas a las huertas de las que salen buenas frutas y verduras. Este templo, que primero fue románico y después gótico, es todo un símbolo de la provincia leridana, igual que los caracoles que aquí se cocinan a la llauna.