Hay treinta y tres iglesias románicas en la Val d’Aran, una por cada pueblo del valle. De todas ellas, hay cinco que los expertos consideran de mayor interés. La primera está en Vielha, la de Sant Miquèu, que se construyó en el siglo XIII cuando el románico ya empezaba a utilizar elementos del estilo que le sucedería, el gótico. La segunda iglesia se encuentra en Bossòst, Era Mair de Diu dera Purificacion, levantada en el siglo XII en plena disputa de los señores feudales por el control de la región. En el mismo Bossòst, por cierto, también se erigen siete capillas románicas que los parroquianos construyeron para protegerse contra la peste. Camino al Port de la Bonaigua podemos acercarnos a tres poblaciones vecinas que presumen de tener un impresionante legado románico: Arties, Salardú y Unha. La iglesia de Santa Maria d’Arties es Bien Cultural de Interés Nacional y luce una espectacular escena del Juicio Final. Las dos últimas iglesias en la ruta, Sant Andrèu de Salardú y Santa Eulària d’Unha, también destacan por sus pinturas murales.