Hoy nos hemos levantado con ganas de montaña. Para empezar con energía optamos por un esmorzar de forquilla en el que algunos se decantan por la butifarra con seques y otros por una carne de caza estofada en la que sería delito no mojar pan. Después del desayuno nos acercamos al monasterio de Santa María de Ripoll para ver de cerca este magnífico símbolo de la Catalunya medieval, fundado en el año 879. Su portada monumental, compuesta por toda una miríada de motivos geométricos, estructuras vegetales y personajes labrados en gres —la llaman la biblia de piedra— merece una detenida contemplación.