Si ayer tocó conocer la historia del cava, hoy era turno para el Vinseum de Vilafranca del Penedès, un museo dedicado a las culturas del vino en Catalunya que está ubicado en un antiguo palacete frente a la basílica de Santa María. No resulta fácil decidir entre la gran oferta enogastronómica de las bodegas del Penedès, con diferentes visitas temáticas, actividades y catas. Opto por un maridaje de vinos y quesos, que me ofrece la amplia gama de matices de esos vinos que nacen tan cerca del mar. Antes de dejar Vilafranca del Penedès me acerco a una confitería para comprar un par de cajas de catanias, un dulce típico que se elabora con almendras tostadas, caramelizadas y cubiertas de chocolate.