Hermosas carreteras comarcales rodeadas de viñedos me llevan hasta Montferri. En una pequeña atalaya se levanta un santuario obra de Josep Maria Jujol, colaborador de Gaudí. La planta del santuario tiene forma de barco orientado a las montañas de Montserrat, en cuyas formaciones rocosas se inspira. Me acerco de nuevo a la costa pasando junto a Altafulla, una localidad con un buen casco histórico, conocido como Vila Closa, y un barrio marítimo, Les Botigues, que todavía conserva el sabor marinero de antaño. Al llegar a Tarragona me voy a recorrer el barrio de la Part Alta y entro en la Casa Castellarnau, un valioso ejemplo de arquitectura burguesa entre las casas nobles que encontramos en la calle Cavallers.