La ruta sigue hasta el Delta de l’Ebre, uno de los ecosistemas más valiosos de la península, especialmente para las numerosas especies de aves que nidifican o que van de paso. Entramos en el Ecomuseo del Delta de l’Ebre, en Deltebre, para entender las particularidades y la relación del hombre con este singular paisaje. Desde uno de los miradores de este espacio natural, considerado Reserva de la Biosfera, tenemos magníficas vistas sobre el humedal y los campos de arroz de los que sale un producto que no falta en ninguna buena mesa del Delta. En el momento de la puesta de sol, una gran bandada de flamencos cruza el cielo en dirección a los dormideros donde pasarán la noche.