Al bajar de la montaña ponemos rumbo a los dominios de la D.O. Penedès, una tierra con una antigua tradición vitivinícola con su viñedo entre Montserrat y el mar Mediterráneo. Es un placer conducir por las carreteras de este territorio de excelentes vinos y cavas, atravesando un paisaje de viñas que a ratos asemeja un jardín. El enoturismo está muy implantado en el Penedès, con una atractiva oferta de catas y experiencias en torno al vino en muchas de sus bodegas. Para tener las mejores panorámicas hacemos la ruta Miravinya, que nos lleva hasta cinco miradores sobre los extensos viñedos y las características construcciones de piedra seca. En Sant Sadurní d’Anoia visitamos el Centro de Interpretación del Cava, situado en una antigua fábrica de aguardiente. En este moderno centro disponen de amplia información sobre la oferta del territorio y las distintas fiestas que se celebran con el cava como protagonista. Una visita imprescindible para conocer la historia de esta tierra de viñas. Vilafranca del Penedès es una de las grandes plazas castelleras de Catalunya, para un acercamiento a la cultura de los castells podemos hacer una interesante actividad que consiste en una doble visita: a una bodega y a un local para ver un ensayo en vivo, con la posibilidad de participar en la construcción de estas grandes torres humanas. Ya en la costa, merece la pena detenerse en Sitges, una de las villas más elegantes del litoral catalán.