Tras dos días donde apenas hemos usado el coche, volvemos de nuevo al asfalto y conducimos sin prisas hasta Llavorsí, que junto con Rialp y Sort (Destino de Turismo Deportivo de Catalunya) son las capitales catalanas del rafting. El río Noguera Pallaresa fue el primero de la península donde se inició este deporte en los años 80, con sus pasos de II, III y IV grado, figura entre los mejores ríos de aguas bravas de Europa. No queremos perdernos esta experiencia única, también apta para niños, así que nos ponemos los trajes de neopreno, el casco y el chaleco salvavidas, y nos lanzamos río abajo con la inestimable ayuda del experimentado rafter que conduce nuestra barca neumática. Además de rafting, en esta zona podemos practicar otros deportes de aventura, como hidrospeed, descenso en canoas, barranquismo o puenting entre otros. Si se busca un plan más tranquilo, en las Valls d’Àneu, otra zona acreditada con el sello Naturaleza y Montaña en Familia, tenemos varias alternativas para hacer en familia, como la visita al Ecomuseo de Esterri d’Aneu o a la Casa del Oso Pardo de los Pirineos en Isil. En la Vall d’Àssua podemos conocer el oficio de los pastores y visitar el Ecomuseo de Llessui.