La Vall de Boí, acreditada con la marca Naturaleza y Montaña en Familia, es un paraíso para los amantes del senderismo con recorridos adaptados a todos los niveles, desde los de dificultad baja ideales para hacer con niños hasta rutas más exigentes para senderistas experimentados. Nosotros escogemos subir hasta el Planell d’Aigüestortes desde Boí, en un taxi 4×4, para iniciar una suave excursión que nos llevará hasta el Estany Llong. La senda que sube hasta el collado de Rus es el camino histórico que usaban los habitantes de la Vall de Boí para ir a Barcelona antes de que se construyeran las carreteras. El mismo sendero, pero en sentido contrario y a lomos de un burro, era muy transitado por la burguesía catalana que se desplazaba desde la ciudad condal para visitar los baños termales de Caldes de Boí. Después de la caminata el hambre aprieta, por suerte la Vall de Boí es un lugar idóneo para probar la contundente gastronomía pirenaica: setas, quesos de pastor y una carne que en los restaurantes de la zona sirven cocinada a la llosa.
El Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici tiene tres entradas. Una es la de Boí y Espot, los pueblos donde están las sedes principales y por donde se ha de entrar para visitar los lugares más conocidos, como Aigüestortes y el lago de Sant Maurici. Existe una segunda entrada, a través de los pueblos de Sort y Llessui, donde hay un centro de información del parque. Y la tercera es la de Pont de Suert y Senet, donde también hay un centro de información del parque.